lunes, 27 de junio de 2011

¿QUIEN TIENE LA CULPA?



A menudo escuchamos a la gente quejarse del Creador: “si Dios existe y es tan amoroso, ¿por qué hay tanto sufrimiento? ¿Por qué Él lo permite?” Pero pretender culpar a Dios es una forma errónea de ver las cosas. Las circunstancias desagradables siempre son culpa o responsabilidad de quien toma decisiones equivocadas, debido a su inconsciencia. Lo peor que puede hacer un ser condicionado es cuestionar las intenciones de nuestro Padre y más grande bienqueriente. Tal acto nos sumerge en la más profunda y oscura tristeza del ego. Jamás debemos culpar al Creador por el abuso del principio de la sagrada libertad, el libre albedrío, el regalo más grande que Él nos ha dado.


Dios nos mantiene y cuida, aunque a la vez nos otorga la responsabilidad de asumir las consecuencias de la libertad. Por ello Su sistema de acción y reacción, conocido como la ley del karma, indica que cuando viene algo desfavorable, esto tiene como propósito hacer caer en cuenta de que se está haciendo algo equivocado. Si no hubiera ningún tipo de reacción tras las acciones negativas, seríamos incapaces de notar cuando cometemos errores. Equivocarse sin que exista una advertencia, sólo puede provocar la repetición interminable del error. La idea de Dios al crear la ley de Talión (o del ojo por ojo, diente por diente), ha sido volvernos conscientes.

El impulso y la motivación que otorga la libertad pueden convertirnos en seres gloriosos, creativos, amorosos en grado sumo; además, pueden dar al mundo ángeles, devas o semidioses y devotos puros de Dios, seres sensibles deseosos de obtener la asociación del Señor y convertirse en instrumentos de su amor. El Señor ha creado la libertad para permitirnos estar a su lado, sin imponernos nada, ni siquiera Su amor.

Como el bien y el mal se debaten dentro de cada uno de nosotros, el ejercicio de la libertad también puede hacer de los seres humanos monstruos, personajes que abusan y mienten. Esto trae el sufrimiento, algo por lo cual no se debe culpar a nadie: el único responsable de “mi sufrimiento soy yo mismo”.

Srila Sridhar Maharaj, un importante maestro vaishnava de la India, dijo: "El entorno es perfecto; el equivocado es uno. El único responsable de las cosas que me ocurren, soy yo”. Continúa: “Dios es tan grande, amoroso y generoso que nos hizo a Su imagen y semejanza. Él nos creó con un cuerpo dotado de aspectos hermosos, entre los cuales se destaca el corazón amoroso, es decir: aquella facultad de sentir, pensar, desear y amar espontáneamente. ¡Ah Krishna, Tú nos has hecho bastante hermosos, bien dotados!”. Esto debería llevarnos a concluir que, en potencia, estamos habilitados para hacer cosas positivas increíbles. Pero no, muchos se escudan con palabras como: errar es humano, cuando culpar a los demás de “mis desgracias” es más humano, es demasiado humano. Así se niega que el libre albedrío pueda generarnos problemas.
Hay quienes no están interesados en aceptar la responsabilidad de los errores cometidos, ni sienten la necesidad de comportarse humildemente ante Dios para obtener de Él la ayuda y hacer un alto en el camino de las equivocaciones y las ofensas. Es más, se cae en la plataforma de negar la existencia de la divinidad, amparando la vida en lo absurdo, es decir: la creencia en que antes y después de la vida está la nada.

Dios es todopoderoso y nunca se equivoca; en cambio, los seres humanos nos equivocamos a cada paso. Esto en verdad, es desastroso; y debería hacernos ver la necesidad de pedir la misericordia de Dios, para no estar perdidos. Detrás de toda acción, de toda circunstancia, siempre está la bondad de Dios, aguardando a que corrijamos nuestras faltas.

Si cada quien admitiera su culpa, viviría sin ansiedad ni tristeza; además, si se aprendiera de los errores, se pasaría de la irresponsabilidad a la conciencia que exigen las acciones. Por este camino se alcanzaría la perfección de la vida: el bhakti, el amor puro y espontáneo, así como el servicio entusiasta a Dios. Esto sí es vida.

Ahora, al saber de quién es la culpa, cada quien debería tomar medidas para utilizar de la mejor manera la libertad. Las escrituras sagradas, los Vedas, aconsejan levantarse muy temprano en la mañana y cantar los Santos Nombres de Dios:

Hare Krsna Hare Krsna Krsna Krsna Hare Hare
Hare Rama Hare Rama Rama Rama Hare Hare

Este canto nos permite ingresar en el ámbito de la misericordia y adquirir una actitud de arrepentimiento por los errores cometidos. La recitación o canto de los nombres de Dios nos elevará a la plataforma del servicio con devoción, donde uno ya no sirve los caprichos personales sino la causa común y amorosa de la divinidad.

Esta meditación debe estar acompañada por el estudio de la filosofía del alma, consignada en libros como el Srimad Bhagavatam y el Bhagavad-gita, en donde la Suprema Personalidad de Dios da sus instrucciones. Lo cual sin duda ayuda a muchos a entender, por ejemplo, que hacer deliberadamente daño y engañar a las mujeres, así como abandonar a los niños, intoxicarse, matar a los animales, llevar una vida sexual descontrolada, entre otros, desvía a la gente y la hace infeliz.

Pongamos fin al acto de descargar nuestra culpa en los demás y en Dios, ante los problemas que nos trae la mala utilización de la libertad.

Por último una recomendación especial: cuando hagamos cosas valiosas o tengamos experiencias especiales en la vida, démosle todo el crédito a Dios; y cuando nos sucedan cosas desafortunadas, revisemos en nosotros las cosas que pudieron haber generado tal dolor. Estamos considerando aquí el karma, la reacción a lo realizado en el pasado.

¡Cantemos Hare Krishna, pongamos la vida en orden, y veremos cómo todo será muy bello!


Fuente: Colección Sabiduría Védica
Autor: Swami B.A. Paramadvati

sábado, 11 de junio de 2011

EGO VERSUS SINCERIDAD



Cuando el medio ambiente es desfavorable trata de descubrir la Suprema Voluntad allí. Deberias sentir: “He hecho algo equivocado, así que esto está viniendo a controlarme y exigir la reacción por mis ofensas.
En la visión perfecta, no tenemos nada que discutirle al medio ambiente. “Ni siquiera una brizna de hierba puede moverse sin la Voluntad Suprema, sin la orden de la Voluntad Suprema. Así, cualquier cosa que esté viniendo a atacarme es mi necesidad; exactamente eso es necesario para mí, para corregirme”.

Así, como cuando la madre castiga al niño, ella lo hace sólo con la buena intención de corregirlo. Similarmente, el Absoluto no tiene naturaleza vengativa al castigarme, pues Sus tratamientos son únicamente para mí corrección. Tenemos que ver y aproximarnos de esa forma.
 “Cualquier cosa indeseable que encuentre aquí, es el resultado de mi karma previo y por la buena voluntad del Supremo, ese karma previo está terminándose; seré liberado; seré hecho fuerte para el servicio superior a Él, así que esto tiene que venir”. Ése es el consejo del Bhâgavatam. No pelees con el medio ambiente. Trata de ajustarte a éste; corrige tu propio ego. Todo está correcto.

Tu ego está demandando alguna clase de comodidad del medio ambiente. Ésa es la causa de este tropiezo. No hay tropiezos en el exterior, ni enfermedades; pero dentro, tu ego crea el problema. Ese falso ego debe ser disuelto y el néctar líquido fluirá y te colocará dentro del plano donde no existe queja. El movimiento tranquilo, afectuoso del plano más fundamental: Tu alma se encontrará a sí misma parada y caminando en ese plano. Y los falsos amigos, las circunstancias que pensamos que son amigas, pero que realmente son todas falsas, aquellos falsos amigos serán retirados.


Eso es nirguna, el flujo de beneficios sin causa, lo más fundamental en el plano absoluto. Eso es bhakti apropiado. Bhakti significa sevâ, servicio, servicio divino. Es una ola sin causa; la ola más profunda; la ola del plano más profundo. Ésta es sin causa y es irresistible. Esta significa sin comienzo ni fin, flujo eterno. Y sólo mi alma puede tomar un lugar en ese plano y moverse en armonía en ese plano.
En el Brahma-samhitâ se menciona: “Todas las conversaciones allí son tan dulces como canciones; todo caminar, todo movimiento allí, es tan dulce como baile”. De esta manera todo es dulce, ese es el plano del movimiento armonioso: Vrindâvana, El mundo Espiritual. Tenemos que regresar a ese hogar.
Nosotros hemos venido con el espíritu de colonización en una tierra extranjera, con el mal objetivo de la explotación. Con el propósito de la explotación, hemos venido a colonizar en este mundo material y como reacción, sufrimos. La cubierta entera debe ser eliminada y nuestra personalidad interior, el ego más fino, debe surgir. Dentro de ese burdo ego malicioso hay un ego más fino, el alma, y ese es hijo de esa tierra. Tú eres un miembro de la tierra del Amor, la tierra de Dios.

Así, si tratamos de aproximarnos a Él, ¿cuál debería ser nuestra actitud? ¿Qué tanta sinceridad deberíamos tener para aproximarnos a esa tierra?
Es fácil y es difícil. Fácil, porque ésta es nuestra tendencia innata. Ésta es nuestra morada. Pero ahora, estamos lejos de casa. Es mi hogar, mi propiedad, de manera que existe la esperanza que pueda alcanzarla algún día. Éste es mi refugio y no encontraré satisfacción en ninguna otra parte, entonces deberé ir allí, pero yo estoy muy lejos de ese dulce hogar. Existe la dificultad: He perdido esa tierra.

¡La erudición es veneno! ¿Estás listo para admitir esto? ¡Todo tu aprendizaje es tontería! Estás revolcándote en el barro. Todo este conocimiento de lo tergiversado, no es una bolsa llena de dinero, sino una bolsa llena de rocas. El cerebro está grabado y lleno de cosas engañosas. ¿Estás listo para admitir esto? ¡No tan pronto! ¿Qué dices? Muchos de nosotros hacemos alarde de nuestro conocimiento. Pero la escuela de bhakti está asestando un martillazo sobre la cabeza del conocimiento o jñâna. Más bien, ¡la ignorancia es mejor que el conocimiento! ¿Puedes aceptar eso? ¡El conocimiento es más peligroso que la ignorancia!

¿Por qué? Porque las personas así llamadas educadas, están orgullosos al compararse con los demás. Ellos son más inclinados a pensar que poseen una posición superior y removerlos de esa posición es muy difícil. Cualitativamente, ellos están en una posición por encima del trabajador ordinario, así que están confiados de su superioridad. Entonces, liberarlos de ese orgullo de superioridad es más difícil que liberar al trabajador ordinario de su ignorancia. Eso sería fácil. Es fácil educar a personas no educadas, pero educar a una persona “educada” es más difícil. Él se ha atrincherado firmemente en su supuesta superioridad, entonces no se moverá una pulgada de esa posición. El  ego falso es el obstáculo más dificil, pués no conoce la sinceridad.

Sinceridad significa "estoy sufriendo, necesito ayuda", "necesito ser corregido",  hasta ahora he vivido cometiendo errores tras errores debido a mi falsa identificación y egoismo, debido a mi negligencia e impersonalismo, y por esas causa muchos han sufrido también. Esta propuesta nunca será aceptada por el ego falso, siempre culpará al medio ambiente.

Adaptación del Libro "La Ciencia Confidencial del Bhakti Yoga"
de Srila B.R. Srila Sridhara Maharaj