Los errores, transgresiones o pecados, son cometidos por aquellos que no poseen verdadero conocimiento. Un niño, por ejemplo, inocentemente coloca su mano en el fuego debido a la ignorancia. Así que se quema inmediatamente, porque el fuego es imparcial y no permite ninguna consideración especial por el inocente niño. Este actuará simplemente como fuego. Similarmente, no sabemos como está funcionando este mundo material, quien es su controlador ni como es controlado, y debido a nuestra ignorancia actuamos en maneras erradas. Pero la naturaleza es tan estricta que no nos permite escapar a las reacciones de nuestras acciones. Ya sea que cometamos un acto consciente o inconsciente, las reacciones y sufrimientos consecuentes están allí. Sin embargo, a través del conocimiento trascendental podemos entender cual es la verdadera situación, para que sirve este mundo, cual es el propósito de nuestra existencia, quien es El Controlador Supremo y cual es nuestra relación con El.
Este conocimiento por medio del cual nos aliviaremos del sufrimiento es posible adquirir en este mismo nacimiento humano que tenemos actualmente, en ninguna otra forma de vida está dada esta chance. Sólo debemos tener un comportamiento humano y desear conectarse con el plano real, entonces, será el mismo quien se manifieste ante nosotros, de esta manera tendremos la ayuda y la dirección apropiada para no cometer más errores ni sufrimientos para nadie.
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