martes, 2 de noviembre de 2010

LOGOS Y MYTHOS, FUERZAS INTERNAS



Las fuerzas internas que cada uno de nosotros tiene son el “logos” y el “mythos”. Generalmente en el mundo occidental vamos más por el logos: la lógica, queremos analizar todo, especular todo, pero olvidamos el mythos, lo místico. Lo místico en nosotros es que podemos amar, eso en sí es un fenómeno inacreditable, inexplicable material y razonablemente. Por eso, hay un dicho muy famoso que todos deberíamos tomar en cuenta que dice: “amor no conoce razonamiento”.
El proceso del servicio devocional es el servicio amoroso de corazón, es el servicio donde tú puedes soltar todas las preocupaciones, las dudas y los cálculos y simplemente esperar que Dios acepte tu humilde ofrenda.
Entonces uno trata de reconocer: “¿y para qué estoy aquí? ¿será que yo puedo hacer algo bueno?, ¿será que yo tengo la capacidad de salvar a alguien? ¿será que yo puedo curar a alguien? ¿será que yo puedo aliviar a una persona de sus depresiones?” !imposible si yo mismo no tengo conocimiento místico! o mejor dicho, si yo no soy un instrumento de la mística suprema porque la mística no se produce aquí.
Logos y mythos son representados por la cruz, en la cual, lo que desciende es lo místico, lo que viene de arriba y logos es el palo que !paf ! te cruza la cabeza horizontalmente. Sucede, entonces, que cuando uno piensa “todo lo resuelvo aquí en mi cabeza, yo soy el que define y determina todo” no puede hacer nada porque en el nivel horizontal yo no puedo encontrar nada, ni siquiera en mí, ni con tu cabeza tampoco. Todo lo que se produce dentro de la cabeza es carente de la mística, por eso olvidamos que la mística somos nosotros y el cuerpo es producto del racionalismo entre comillas, porque al trasfondo del cuerpo está el alma.

El tema del alma es un tema que en nuestro mundo occidental no ha sido tratado lo necesario, simplemente ha sido ignorado. Solamente: comer, dormir, aparearse y defenderse. La única preocupación es esa: cómo gozar de los sentidos, cómo conseguir mucho dinero, cómo disfrutar a través de los órganos sexuales, cómo tratar de ser mejor que el vecino, cómo engañar a los demás y no admitir la ignorancia ni el sufrimiento propios. Siempre queremos vivir reteniendo, encubriendo y la verdad no la queremos sacar a la luz, como se dice, no se juega con las cartas en la mesa; es que estamos en el mundo de Kali Yuga, mundo de hipocresía, en el mundo de la apariencia, del status quo y por status quo se deja cualquier cosa. Debido a que nosotros no estamos realmente en contacto con la mística, no entendemos qué es el alma y no podemos ayudar a los demás.
La gente no controla los sentidos hoy en día y están !totalmente explotados con la sensualidad!. Muchos ven un carro fino y lo desean pero no tienen plata ni para una bicicleta, entonces, están completamente angustiados, sobrecargados de envidia, codicia, y todas esas cosas están presentes en la escuela, en la universidad, en la televisión, en el cine, en los periódicos, !por todos lados!. ¿Y qué le dicen a uno del alma? !nada! el tema «alma» no se menciona. El tema mythos, lo místico, es un tabú porque dicen: “eso es para gente retardada”, “para gente que no tiene los pies en la tierra” “gente que no tiene una pistola en el bolsillo” “gente medio volada”. En otras palabras, el mundo está en un abismo de autodestrucción.

Si nosotros nos ponemos a disposición de la Divina Gracia, humildemente, sin orgullo, sin pretensión, sin falsedad, sin motivaciones ulteriores; entonces, la infinita misericordia del Señor puede apoderarse de nosotros y puede utilizarnos en la distribución de la esperanza trascendental. Eso quiere decir que tú te pones en línea vertical y dejas que eso pase a través tuyo y luego puedes distribuirlo. Si tú no estás sintonizado, no puedes recibir un mensaje, todo queda medio raro o ausente por eso hay que sintonizarse con la onda de la transmisión de la Divina Gracia. ¿Y cómo se hace eso?. Toma en cuenta que hay 3 mentalidades. Dos de ellas distorsionan y una sintoniza:
- La mentalidad de la explotación, de cualquier índole, distorsiona totalmente la recepción.
- La mentalidad de la indiferencia o del salvacionismo egoísta, donde uno solamente quiere salvarse a si mismo y no quiere saber cuál es el papel en el cual se tiene que ocupar, eso, también distorsiona nuestra capacidad de percepción.
- La mentalidad de la dedicación, donde uno solamente quiere ser utilizado por la infinita Gracia.

Hay una buena noticia, para todos: la “Infinita Misericordia” no es algo importado de la India o de otro país, está residiendo dentro de tu corazón y se llama: Sri Paramatma o Cheitya Guru, es el maestro espiritual que cada uno tiene dentro de su corazón y él nos ha aconsejado, él siempre nos ha guiado, él siempre ha tratado de mostrarnos el camino correcto; pero debido a que nosotros hemos sido tan obstinados, por nuestra nesciencia, no hemos estado dispuestos a cambiar nuestros condicionamientos, no le hemos prestado atención a él. Y cuando dentro de nuestro corazón nos dijo: “malo”, nosotros dijimos: “Cállese, yo hago lo que yo quiero. Soy libre, independiente, caprichoso, es mi derecho”. Así más o menos. Pero ¿con qué derecho? ¿será que nosotros existimos por nosotros mismos o para nosotros mismos? ¿será que tú tienes algún derecho de reclamar capacidad de autocreación, automanutención o algo por el estilo?. ¿O será que tú eres uno de los dependientes del agua, de la luz, de la tierra y todos los demás elementos? ¿Será que tú eres una de las personas que tiene que decir: “gracias, gracias” a todo el mundo porque sino estás ya muerto?. ¿Cómo es el aire? ¿ya pagaste la cuenta del aire?, pues no te llega la cuenta ¿no?, por eso uno es feliz y dice: “ay, el aire es gratuito”, pero !un momento! gratuito quiere decir: tú no sabes quien te lo proveyó, tú no estás consciente de que el aire, a pesar de que casi no lo tomamos en cuenta, tan pronto que boca y nariz se tapen en unos minutos ya tienes que partir de este cuerpo. Por eso, nosotros deberíamos reconocer que somos simples dependientes y necesitamos la misericordia; eso es la suma y sustancia del proceso que practican los sabios: simplemente rezar y llorar por misericordia.

(Srila B. A. Paramadvaiti Swami Maharaj)

1 comentario:

  1. no me va ha creer pero antes de ayer buscaba informacion en relacion a este tema...muchisimas gracias...buenas publicaciones

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